Criollo

Origen
La raza criolla es originaria de Argentina, si bien desde hace unos 300 años se cría en todo el sur del continente americano con resultados óptimos. Don Pedro de Mendoza, fundador de Buenos Aires en 1.535, fue quien más contribuyó a la presencia del caballo en este país y, por tanto, a la aparición del criollo como raza. Durante cuatro siglos, el criollo se adaptó a las peculiaridades medioambientales de las grandes llanuras de América del sur. El resultado de esta aclimatación fue una animal con una gran resistencia a las emfermedades y muy austero. Como siempre en el continente americano, los primeros en intentar conseguir un caballo adecuado a las necesidades del terreno fueron los nativos, los indios; después vendrían los guachos. Unos y otros hicieron del criollo su medio de transporte, su compañero de caza o de trabajo y su camarada de juego.
Em casí todos los países de América del Sur, el criollo es una raza protegida, aunque es en Argentina donde se cría el que podría denominarse como caballo tipo, el estandar de raza. La denominación Criollo, con la que esta raza es conocida, procede de dicho país. En Brazil se les conoce como Crioulos, en Chile como caballo Chileno y en Venezuela caballos llaneros.

Caracteristicas
Alzada: De 1.42 a 1.52 metros.
Cabeza: Larga y recta.
Capa: El color más favorecido es el zaino, con colas y crines negras, raya de mulo en la espina dorsal y señales cervunas en las patas, también hay alazanes, tordos, ruanos, palominos, bayos y negros.
Cuerpo: Pecho amplio, lomo corto, hombros en declive y grupa redondeada y musculosa.
Cuello: Robusto, fuerte y bien desarrollado.
Extremidades: Cortas, robustas y huesudas, con cascos resistentes.
Orejas: Rectas y tensas.

Temperamento
Voluntarioso y sufrido, tiene gran capacidad de aguante y es muy tenaz. Para demostrar hasta donde llega la resistencia de estos caballos, anualmente se celebra en Argentina una competición en la que se deben recorrer 750 Km en 15 días, con una carga de 100 Kg, corriendo y bebiendo únicamente lo que encuentren pir el camino. Una hazaña que muy pocos caballos pueden igualar.
